La columna de Herman Vespa

SI LE APOYAN SABEN A QUE ATENERSE

Que el Frente Amplio durante su década y media en el gobierno nacional, hizo y deshizo a su antojo. Que además sus mayorías no sólo lo ameritaron, sino se le exigieron, nadie en su sano juicio puede negarlo. Ni aún lo más fervorosos frenteamplistas. Aun que su personal moralidad les impida reconocerl0o. Sin embargo, su actuación un estuvo únicamente en línea con lo antes dicho. Sino autoconvencido de su misión refundadora, pretendió que el Uruguay, y nos lo transmitió con esa ligereza de léxico que le caracteriza. Poseyera su nacencia a partir de su gobierno. Una intención que hicieron conducta generalizada del izquierdismo pretendiendo que la ciudadanía toda lo asumiera. Utopía capaz de anidar en mentes obnubiladas o simplemente invadidas por un afán de superioridad ilimitado, y que por otra parte no cesa. Que aún y a pesar de los reveses, de la absoluta desmitificación de sus concepciones ideológicas se mantiene vigente. Latentes y surgen a cada momento. A cada instante, cual demostración acabadamente contundente de estar ante un partido político en nada partícipe de nuestras más caras tradiciones. Incluso desdeñando sin prurito alguno la libertad y la democracia. Que graciosamente les posibilitan todos sus extremismos, incluso el de haber atentado contra ambas. Y lo peor, ciertamente demostrativo de su tan mentado principismo. Otra de sus tantas falacias, valerse de ambos supremos valores, como camino para lograr sus siempre espurios objetivos. E incluso no saber transitar el ciclo vital amparado en ambos. Pero siempre y enfáticamente lo reiteramos utilizando sin límite alguno sus dones. Días pasados se conoció que un ciudadano José Ignacio López Quinteros, para más datos hijo del “trabajador “José Lorenzo López vicepresidente del Pit Cnt . Lo cierto, lo real es que el nombrado en primer término funcionario del INAU. Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, habrá de ser denunciado penalmente por el mismo. El aludido funcionario cobró durante cuatro años 40 horas extras indebidas, e incluso falsificando la firma electrónica de su supervisora, de quien no poseía autorización de especie alguna. Además, el involucrado omitía la firma precisamente, del libro de entrada y salida, haciendo uso desmesurado de sus fueros sindicales. Además de otro cúmulo de irregularidades propias de esta clase de personajes. Que por razones de estricta familiaridad con uno de los mandamases del organismo con pretensiones de gobierno. Que, por su estricta militancia política y su pertenencia a ideologías de claro tinte comunista, creen que su impunidad les puede acompañar por siempre. Hasta transformarlos en intocables. Naturalmente la ciudadanía aguarda expectante se llegue hasta las últimas consecuencias y este funcionario sea destituido como corresponde. No vaya a suceder como lo ocurrido con aquel Federico Kreimermann, presidente del funcionariado de OSE. Que después de cometer un verdadero atentado contra el organismo en el cual cumplía funciones.

La actuación administrativa correspondiente y de la Justicia ignoramos las resultancias surgidas. Sería una verdadera afrenta que el que en el caso referido no se haya actuado con el rigor que los hechos ameritan. Lo mismo decimos del caso López Quinteros. De lo contrario habría que suponer con certezas más que evidentes, que en este País hay ciudadanos para quienes las Leyes no son aplicables. Basta su postura política para que aquellas carezcan de vigencia. E incluso poco importaría la gravedad de sus acciones, sobre todo cuando ellas van decididamente contra organismos estatales dónde supuestamente prestan funciones. Cuando el ciudadano común observa episodios de naturaleza semejante y asombrado concluye que nada sucede. Que nada pasa con quienes actúan de maneras tan irregularmente censurables, al extremo de revestir manifiesta apariencia delictiva las mismas. Se cuestiona inmediatamente la utilidad práctica de la honestidad. De la decencia, de la probidad. De la actuación dentro de parámetros que hacen a la ciudadanía y consecuentemente al ciudadano. La retirada de Sala de la Cámara de Diputados, de toda la bancada del Frente Amplio al momento de votarse una declaración contraria al antisemitismo. Su apoyo al grupo terrorista Hamás, a la marcha del día Internacional de la Mujer, transformada en una manifestación absolutamente politizada. Con tintes realmente repudiables, a partir del enarbolamiento de un cabezudo con colmillos y la estrella de David en su frente, atravesada por una lanza, Similarmente idéntico a las monstruosidades con que se mancillaba a los judíos en la Alemania previa al nazismo. Así actúa el Frente Amplio, apoyando toda esta clase de barbaridades. Y lógicamente aprovechándose sin pudor alguno del Estado Nacional, para ubicar en él a individuos cuya aspiración mayor es destruirlo. Al margen de que su mentada oposición al clientelismo político no sólo carece de asidero alguno, pues es utilizado por el izquierdismo vernáculo toda vez que le sea necesario. La presencia en el INAU del referido López es otra de las tantas fehacientes mentiras del Partido Extranjero, graciosamente apodado Frente Amplio, De su doble discurso, pero sobre todo de su doble moral. Y de su visceral desprecio por la tan mentada igualdad de oportunidades. Que sí poseen y disfrutan sus privilegiados familiares, amigos o allegados. Evidentemente el Frente Amplio es. sin duda alguna, el engaño político más enormemente perjudicial para la República. Pero es, sobre todo, la más grande falacia echada a correr en el escenario nacional, por un partido político defensor de todas las dictaduras que pululan por el orbe. Sus objetivos ideológicos no poseen límites y el dar exacto cumplimiento a sus aberraciones menos aún. A tales “valores“responde el izquierdismo vernáculo y su pantalla política el Frente Amplio. Amén de su otra similar, pero en este caso laboral, el comunista Pit Cnt

Herman Vespa.