La columna de Herman Vespa

Política 12 de abril de 2024 Herman Vespa
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Mercedes, 10 abril de 2024

URUGUAYOS RINDIENDOLE PLEITESÍA AL COMUNISMO.

Toda vez que uno intenta hilvanar algunas líneas sobre ciertos temas que le han originado especial atención, comienza internamente a elucubrar su idea al respecto. Desarrolla la misma que en suma será la génesis del aludido y siente la particular satisfacción de transmitir al lector, a través del tema ocasionalmente elegido, convicciones personales. Que podrán o no tener la receptividad deseada, pero eso sí, poseen la certeza de su verdad y sobre todo provienen de exactas realidades. Sin embargo hay ocasiones, momento en que toda esa buena voluntad al tratar de escribir o al menos dejar sobre el papel esa ilusión, se tornan ciertamente abrumadoras por la referencia a temas que nos rechinan. Nos atosigan el alma y sin embargo circunstancias tales parecieran impulsarnos decididamente a referirnos al aludido, a ciudadanos que los involucran. A ciertos actores que si algo dejan es su profunda inverecundia. Y lo más preocupante el apoyo que a pesar de ello persiste en quienes no miran más allá de sus menores ideologías políticas. Al extremo de transformar su particular horizonte, incapaz de transgredirlo siquiera mínimamente., Días pasados se daba cuenta del actual salario del presidente del Pit Cnt Sr. Abdala, quién percibe una mensualidad que asciende a la nada despreciable suma de $ 204.3l7,70. Seguramente el mismo proviene del ejercicio de su investidura en la central de trabajadores. Naturalmente cuando se observa la envergadura de la cifra referida surge inmediatamente la significación económica que tal cargo posibilita. Y además la pregunta que por sí sola y espontáneamente nos surge ¿ cuántos obreros , cuántos de los pares de este Sr. Abdala, perciben salarios de tal magnitud? Desconocemos su número, pero no dudamos en expresar que no han de ser muchos los favorecidos en tal sentido. Evidentemente queda claro que el ejercicio de la presidencia aludida genera un status económico, muy alejado del común del resto de los asalariados, incluso de los aportantes a dicha central. Este Sr. Abdala es el que permanentemente despotrica contra el capitalismo. Nos habla de la pobreza, de las necesidades de la gente, de fuentes de trabajo., De salarios dignos. En fin toda esa parafernalia que le es común a quienes ejercen cargos como el suyo. De gran representatividad, pero aún que no parezca, quienes los ejercen han vivido, viven y lo han hecho permanentemente inmersos en un capitalismo que fingen desechar, pero al que se aferran sin dignidad de especie alguna. Y practican con particular devoción. A pesar de su mentado comunismo y de su falaz defensa del trabajador. Resulta muy simpático y granjea adhesiones hablar de temas inherentes al obrero, cuando se transitan caminos similares a los por el caminados. Para hacerlo sin embargo es necesario practicar con el ejemplo. Al respecto sería bueno saber la actividad del aludido dirigente como primera cosa. Segundo no resulta difícil de imaginar que con un emolumento como el antes referido pueda poseer carencia de especie alguna.

Desde ese punto de vista suponer siquiera que pueda transitar vicisitudes más o menos semejantes a las de sus pares no sólo resulta insostenible, sino que en nada se com padece con sus ingresos. Al margen de lo expresado y no menos relevante lo es su filiación política, comunista de siempre, a al frente de la única gremial del País, pautan el descaecimiento de un sector, o al menos de muchos de sus miembros, de la sociedad uruguaya. Reflejada sin equívocos en su actuación como brazo sindical del izquierdismo vernáculo. Naturalmente solo en este País , ejemplo de Libertad y Democracia donde elementos como el nombrado Abdala y quienes le apoyan pueden dar rienda suelta a sus extremismos ideológicos. A sabiendas que la libre expresión del pensamiento, entre otros manes que hacen a formas de vida como la nuestra, les posibilitan lo que antes expresamos, además de persistir en su descarado objetivo. Inocultable, de tratar de destruirlos. De echar por tierra con ambos supremos valores, que nos enorgullecen
 como Nación. Sin embargo esta situación en la que el gremialismo se haya en manos del comunismo criollo y se ha prolongado en el tiempo, no parecen afectar a los trabajadores, que permanecen indiferentes. En tal caso se deduce que de persistir en esa tesitura se seguirán perdiendo valores que hacen a la Democracia misma. Al tiempo de otorgarle espacios al Partido Comunista, nada menos. Mientras el ideal republicano no se practique con la debida exigencia. Mientras la pasividad y el dejar hacer sean las normas que guíen las conductas generalizadas de los trabajadores agremiados, elementos como Abdala y su partido comunista seguirán liderando el Pit Cnt. Cobrando salarios de órdago y tratando siempre de expandir su nefasta ideología. Que pareciera a los trabajadores les resulta de su agrado, al extremo de impulsarnos a decir que han perdido su identidad uruguaya. Su adhesión al patrio sentimiento, hasta transformarse en adeptos de un partido que en todos los países que lo han padecido ha dejado solo hambre, miseria y muerte. Y naturalmente dirigentes élites como el citado Abdala. Solo posible en un Uruguay de libertad y democracia plenas. Por si algún olvidadizo nio lo ha tenido presente, y su acotada dignidad no se lo ha reprochado contundentemente. Aunque ella no se vocifera, simplemente se efectiviza, se practica, se lleva a cabo definitivamente. Ante todo y ante todos.        

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