La columna de Herman Vespa

La más grande mentira, la más enorme burla

Si algo ha caracterizado al izquierdismo vernáculo y a todas sus apoyaturas, representadas nítidamente en el Pit Cnt en primer término. Absolutamente dominado por el Partido Comunista. Luego los inefables colectivos con opiniones totalmente sesgadas, cuya publicitada defensa de cada uno de sus integrantes, se diluye rápidamente apenas surgen sus extremistas ideologías. Que no son otras que funcionales al antes nombrado. Sin el mínimo recato, sin el elemental sentimiento de ecuanimidad que toda agrupación ciudadana debe observar si pretende ser más o menos creíble. Todo ese espectro antes detallado ha sido creador de una teoría desarrollada con fruición casi, a todos los niveles. Fundamentalmente en la enseñanza. Al extremo de haber llegado al extremo de tergiversar deliberadamente, lo que es peor aún, la Historia reciente de la Nación. Donde se ha transmitido con ligereza de asombro, que las víctimas de la dictadura, a partir del golpe de estado del 27 de junio de l973, fueron exclusivamente el izquierdismo y sus miembros los mártires. Además de sostener que la subversión tupamara surge para defender la democracia. No se dice siquiera por un elemental patriotismo. Que cuando estos desaforados delincuentes, que eso fueron precisamente, se levantaron en armas lo hicieron contra un gobierno legítimamente electo por la mayoría ciudadana. Que ciertamente nada tenía de condiciones que posibilitaran la escalada llevada a cabo por el oscuro MLN  tupamaros. Su desatino nos originó más de una década de dictadura. Algo que el Uruguay jamás imaginó. Y que debido a sus perimidas ideologías, absolutamente radicalizadas y extremistas. Irrespetuosas y sumisas defensoras de la dictadura cubana, pretendieron llevar al Uruguay de la democracia y la libertad hacia el triste destino de la isla caribeña. Todos esos ciudadanos imbuidos de un mismo sentimiento antidemocrático, por sobre todo, aglomerados en el Frente Amplio, durante años y años clamaron por verdad, memoria y justicia. Reclamando por postulados sin duda inherentes a todos los uruguayos y no de exclusiva pertenencia del izquierdismo. Todos los habitantes de este bendito País, de una forma u otra, poseemos los mismos e iguales deseos al respecto. Que implican conocer todo lo ocurrido realmente durante la aciaga dictadura. Al efecto debemos decir que tales exigencias de conocimiento generalizado de lo realmente sucedido en el período referenciado, en quince años de gobierno del Frente Amplio quedaron en la más grande nebulosa. Estos mismos reclamantes de siempre, guardaron cómplice silencio y nada exigieron a su gobierno. El decir al que profesaba sus mismas izquierdistas ideologías y que supuestamente poseía igual objetivo, saber la verdad. Nada ocurrió, la memoria se mantuvo en el total desconocimiento. La verdad siguió sin aparecer y consecuentemente la Justicia relegada. Durante quince años de gobiernos izquierdistas, que sin duda poseyeron todo a su alcance para dar satisfacción a reclamos, legítimos sin duda, el escenario permaneció inamovible. Las dudas persistieron y los gobiernos Mujica Cordano, Vásquez Rosas hicieron mutis por el foro, al respecto de reclamos de años de los que indudablemente los llevaron al poder. Las nebulosas se hicieron tétricas, pues el propio gobierno frenteamplista se mantuvo omiso. Vergonzosamente omiso ante el afán manifiesto generalizado de Verdad, Memoria y Justicia. Que al fin y al cabo terminó siendo otro de los flagrantes incumplimientos de la fuerza de izquierda. Hace pocos Días el Parlamento Nacional cumpliendo con un deber ineludible aprobó la apertura de Archivos de la dictadura, a todo aquél que quiera leerlos y analizarlos. Dando realidad efectiva a un reclamo de años, de siempre, fundamentalmente de sectores que profesan izquierdistas ideologías, aunque apresurémonos a decirlo la ciudadanía toda posee las mismas ansias de conocimiento. De tan luctuoso período de la vida nacional. Pero hete aquí que nunca dejaremos de asombrarnos ante actitudes de ciertos reclamantes. De supuestos deseosos a saber, a conocer el pasado reciente. A que viene todo esto, pues a la lamentable conducta del Frente Amplio, quién en un giro realmente inexplicable se opuso a lo resuelto votando en contra. Es decir, sus tan mentadas ansias de Verdad, Memoria y Justicia terminan siendo otra más de sus groseras falacias. De sus más grandes mentiras. Queda claro que su pasión reclamante no era más que la utilización de tales postulados para la consecución de adeptos. Para hacer del izquierdismo paladín de causas que solo fueron medio de utilidad política. Y lo otro que uno puede suponer después de observar lo actuado por los parlamentarios del Frente Amplio, es que su postura. Su negativa a apoyar lo votado puede implicar también miedo, temor a que dichos archivos sean lápidas para muchos de los tales pregoneros de Verdad, Memoria y Justicia. Y de muchos de aquellos que cometieron el sacrilegio de tergiversar, nada más ni nada menos, que la propia Historia de la Nación. Para hacerla funcional a sus espurios intereses ideológicos. Tan falaces e irreales como sus propios promotores. Desde hace décadas han estado insistiendo, reclamando atosigando al País con sus manidos Verdad, Memoria y Justicia. Este gobierno, abre los caminos para dar satisfacción a sus pedidos y es precisamente el Frente Amplio quién se opone a tan reclamado proyecto y vota en contra. En ocasiones el temor a que conductas sostenidas por siempre, cuando los documentos al respecto eran desconocidos, salgan a la luz y queden claramente desvirtuadas origina estas circunstancias. Si alguien dudaba aún de la verdadera esencia del Frente Amplio, su actitud en el caso referenciado deja al desnudo su enorme mentira sostenida desde siempre. Que carecía en absoluto de sustento, transformándose definitivamente en una histórica falacia de la totalidad del izquierdismo nacional. De una burla generalizada a todo el País.  

Herman Vespa.