ALTA TEMPERATURA EN JULIO DE 1955: "Cuando Perón pensó atacar Uruguay"

En el año 1955, las relaciones entre nuestro país con el gobierno de Perón llegaron a un punto tan extremadamente delicado, que incluso se contempló la posibilidad de recibir una agresión militar por
parte de Argentina.

Recordemos que el gobierno de Perón se sumió en medio de un caos, cuando el día 16 de junio aviones de la Marina -apoyados por varios aparatos de la Fuerza Aérea-, bombardearon la Casa Rosada con el objetivo de asesinarlo.

El levantamiento fue finalmente sofocado por las fuerzas leales al gobierno, pero al alto costo de 300 muertos y un centenar de heridos, de acuerdo con las cifras oficiales [1].

Luego del fallido intento de magnicidio, se estima que unos 39 aviones rebeldes aterrizaron en Uruguay.
A raíz de esta acción, el peronismo advirtió como se debilitaba su último sustento: las Fuerzas Armadas.

Habiendo perdido ya el apoyo obrero, mas allá de mantener las cúpulas sindicales, Perón sumó un nuevo enemigo: la Iglesia Católica. Recordemos que luego de la muerte de “Evita” [2] el 26 de julio de 1952 -
quien era su costado mas afectivo-, las relaciones entre el peronismo y la Iglesia comenzaron lentamente
a deteriorarse.

La ruptura, incomprensible desde todo punto de vista, ya que bien pudo haberse evitado, y ahí reside el pecado de Perón, tuvo lugar a raíz de la creación del Partido Demócrata Cristiano en julio de 1954, e incluso antes, a raíz de la creación de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y el romance de Perón con la joven Nelly Rivas de tan solo 15 años de edad, cuestión que la Iglesia consideraba desde todo punto de vista: sacrílego.

La misma, prosiguió con mayor vehemencia, a partir de un discurso efectuado por Perón, en noviembre de
ese mismo año, cuando declaró ante gobernadores y dirigentes de su partido, sindicales, y femeninos, que: “parte de la Iglesia era el foco contra el cual se debía luchar”.

Estas declaraciones, fueron el antecedente inmediato de lo que sucedería pocos meses después. En mayo de 1955, la ley N° 14.401 suprime la enseñanza religiosa en las escuelas públicas; por su parte, la ley N° 14.394 adiciona un artículo que permite a los divorciados, realizar un nuevo casamiento.

La ley N° 14.405 deroga las exenciones impositivas a los institutos religiosos; y la ley N° 14.404 habilita reformar la Constitución a fin de permitir la separación de la Iglesia y el Estado, autorizando al Poder Ejecutivo la convocatoria de una Asamblea Constituyente en un plazo no mayor a 180 días.

Estas leyes, tuvieron como corolario, la autorización que permitía llevar adelante, la apertura de nuevos prostíbulos. Este inexplicable sentimiento, llegó al paroxismo, del descabellado intento de expropiación por parte del gobierno peronista, de la propia Catedral de Buenos Aires, propuesto para el mismo 16 de junio.

El enfrentamiento con la Iglesia no cejaría, tan es así, que luego del fracaso del magnicidio, al caer la tarde del 16 de junio, comandos peronistas incendiaron varias iglesias en el centro de Buenos Aires. La infortunada quema de iglesias, sumada a la expulsión del país, del Obispo auxiliar Manuel Tato y, del canónigo Ramón Novoa [3] polarizó a la sociedad argentina; al tiempo que el mismo día 16 mientras se iban consumiendo las últimas llamas de los templos, el Vaticano anunció que todos los responsables de tal deleznable acto, quedaban excomulgados. Al tiempo que United Press hizo público el anuncio: “Perón está excomulgado”.

En tanto, en Montevideo los exiliados antiperonistas comenzaron una campaña febril, apoyados por buena parte de la prensa escrita y de algunos medios radiales, como Ariel, Espectador, Carve y Colonia, que llegaban con suma facilidad al público argentino. En mayo, el gobierno argentino elevó una nota de protesta a su par uruguayo, por los agravios que la prensa publicó contra el presidente Perón.

En julio, dicho gobierno envió una segunda nota; esta última -despojada de toda retórica y eufemismos-, era una velada amenaza: “la omisión uruguaya en controlar las declaraciones de los exiliados publicadas en Montevideo, así como también, los conceptos vertidos en algunos editoriales de prensa, pueden ser considerados lesivos de la soberanía argentina”.

El gobierno uruguayo respondió reivindicando que en nuestro país, existe la libertad de prensa. La tensión
entre ambos gobiernos fue en aumento, a la vez que las cancillerías no lograron limar asperezas.

Información proveniente de inteligencia militar sobre una posible agresión Argentina a nuestro país, comenzó a preocupar seriamente al presidente Luis Batlle. La situación era de tal extrema gravedad, que el presidente Batlle debió tomar providencias en materia de defensa nacional; entre ellas, una misión reservada ante el gobierno y militares chilenos, en procura de obtener munición, ante la eventualidad de un conflicto. Una delegación uruguaya, entre los que se encontraban, el capitán de navío Guillermo Fernández, el coronel PAM [4] , Juan Villanueva, y el entonces teniente coronel Líber Seregni, partieron hacia Santiago de Chile con la finalidad de adquirir de su par trasandino, una cantidad considerable de municiones, especialmente proyectiles para cañones de 75mm y para la artillería Krupp.

Es durante el transcurso de la misión en el país trasandino, que ocurrieron los episodios iniciados el día 16 de setiembre, donde finalmente Perón fue derrocado. A partir de este momento, las relaciones entre ambos países retornaron a la normalidad, y la urgente misión reservada, dejaba de ser perentoria.

[1] Algunos testimonios hacen referencia de 1.000 y hasta 2.000 muertos, enterrados a hurtadillas en el Cementerio de la Chacarita. Para más detalles ver: Rouquié, Alain 1983 “Poder Militar y Sociedad Política en la Argentina”. Tomo II.  Emecé Editores. Buenos Aires.

[2] Eva María Duarte de Perón (1919-1952). Más conocida como “Evita”, fue actriz y política argentina, primera dama de la Nación Argentina durante la presidencia de su esposo, Juan Domingo Perón. Fue Presidenta del Partido Peronista Femenino y de la Fundación Eva Perón. El día 7 de mayo de 1952, el presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Cámpora sugirió otorgar a Eva Perón -quien ya se encontraba enferma-, el título de “Jefa Espiritual de la Nación”.

[3] El día 12 de junio -cuatro días antes del intento de magnicidio- grupos de choque peronistas, lapidaron la Catedral en momentos en que se celebraba una misa. En tanto el día 14, los prelados argentinos, Manuel Tato y Ramón Novoa, acusados de incitar a una manifestación expresamente prohibida por el Ministerio del Interior, fueron detenidos y expulsados del país. 

[4] Piloto Aviador Militar.

Alejandro Pasquariello,

1° Julio 2024, ECOS DEL HUM

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(*)  Alejandro Pasquariello:  Politólogo, investigador y escritor uruguayo.
Participante del Observatorio Sudamericano de Defensa y Fuerzas Armadas (2017-2019).
Es autor de:  
"Marcha Forzada  Poder Civil/Poder Militar".  2017. (Mención en el Premio Nacional de Letras 2019).
"La Restauración Compleja Primeros Pasos y Tropiezos de la Democracia". 2020.
Es coautor, con Eduardo Cuitiño de: 
"Humberto Pittamiglio, el Político de la Calle Ejido".