LA CONFIRMACION: CATEQUESIS N° 6, LA CONFIRMACION UN NUEVO PENTECOSTES

Religión y Filosofía17 de agosto de 2023 A. C. Hualde
pigeon2

OBJETIVOS

La Iglesia quiere hacernos caer en cuenta de que esta realidad de fe que sucedió el día de Pentecostés. Es por eso que pide para nosotros  la fuerza de este personaje divino. Nuestra respuesta debe cifrarse en acoger a este Espíritu que Dios derrama sobre nosotros y pedirle que nos fortalezca con la abundancia de sus dones hasta hacernos templos de su Espíritu.

1.- HISTORIA DEL PRIMER PENTECOSTES

Pentecostés en su origen era una fiesta con la que se culminaban las faenas agrícolas de la recolección de los frutos. Las primeras gravillas se acostumbraba a atarlas en la Pascua. Al concluir estas jornadas los judíos ofrecían a Dios sus primicias y hacían sus profesión de fe agradeciendo al Señor el don de la fecundidad de sus tierras. En su calendario estaba marcada esta fecha cincuenta días después de la Pascua. De ahí su significado "cincuenta" en el idioma griega.

Pentecostés ha vuelto a ocupar un lugar de honor en el calendario cristiano. Uno de los mayores logros de la Iglesia en los últimos años es el haber centrado la vida cristiana en la Pascua de Cristo y en la vida del Espíritu. Pentecostés, entre la primavera y el verano, es la cita anual de los cristiano para conmemorar la venida del Espíritu Santo. 

"Con Pentecostés, escribía San Agustín, la Pascua cristiana ha llegado a su término, sin perder nada de su esplendor". Es la fiesta que ha dado categoría a todas las fiestas. En ese día, coronamiento de la Pascua, el Espíritu Santo se derramó sobre la primera comunidad cristiana. Los Hechos de los Apóstolos a Jesús, de los cual todos nosotros somos testigos. Y engrandecido por la mano poderosa de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido hoy lo acaba de derramar y eso es lo que ustedes ven y oyen" (Hch 2, 23).

Con este Pentecostés del Espíritu se inaugura la Nueva Alianza. Nace pujante el verdadero pueblo de Dios. Jesús se lo había prometido repetidamente a los apóstoles antes de su Ascensión. Reunidos en Jerusalén en espera del cumplimiento de la promesa, el hecho sucedió así;

"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De pronto vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban. Se les aparecieron una lenguas como de fuego, las que, separándose, se fueron posando sobre cada uno de ellos; y quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar idiomas distintos, en los cuales el Espíritu les concedía expresarse" (Hch 2, 1-4)

En Pentecostés la Iglesia de Jesús  empezó a caminar. Pascua había sido el principio de la gracia. Pentecostés su coronación. En este día se dio cumplimiento a la profecía de Ezequiel: "En los últimos días el Espíritu Santo será dado a vosotros".

El Espíritu fue dado a la naciente Iglesia para que fuera su alma y aliento. No tan sóio para que actúe en su seno, sino principiante para que sea la vida de los creyentes. Todas las obras buenas que realicen serán efecto de la gracia del Espíritu que mora en sus cuerpos.

Bajo el soplo del Espíritu se inaugura la obra de evangelización por la dispersión de los apóstoles por el mundo.

"El primer día de Pentecostés
es el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles
y sobre María, llenándoles con su poder,
Hoy recordamos aquel momento y nos abrimos
también al don de ese mismo Espíritu Santo.
En este Espíritu somos bautizados.
En este Espíritu somos confirmado.
En este Espíritu somos llamados
a tomas parte en la misión de Cristo.
En ese Espíritu nos convertiremos
en Pueblo de Pentecostés,
en los Apóstoles de nuestro tiempo".
Juan Pablo II

2.- LA CONFIRMACION ES UN NUEVO PENTESCOSTES PERSONAL

El acontecimiento de Pentecostés no es algo que pertenece al pasado. Es un hecho y una realidad que la vivimos hoy. Cada año en la Pascua del Espíritu Santo. Pero sobre todo en el Sacramento de la Confirmación que viene a convertirse en un signo extraordinario por el que se renueva la efusión del Espíritu Santo en cada miembro de la Iglesia.

En el ritual de la Confirmación (n 28), se le pregunta al Confirmando;

"¿Crees en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que hoy te será comunicado de un modo especial por el sacramento de la Confirmación, como fue dado a los Apóstoles el día de Pentecostés?"

El lenguaje que utiliza la Iglesia hace entrever que en la Confirmación en alguna forma se repite el acontecimiento de Pentecostés.  "Si para los Apóstoles significó aquel acontecimiento, la comprensión de la verdad de la cruz, el comienzo de una misión ante el mundo, la continuación de la presencia del resucitado en la Historia, la fuerza para el testimonio, esto mismo debe significar para el cristiano bautizado" D. Borobio.

La venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles obró en ellos en forma personal la santificación. Es lo que el Sacramento realiza ahora en quien lo recibe y esto sin fenómenos externos de lenguas, rayos y voces del cielo. La tarea del confirmado es la de continuar en nosotros este crecimiento en el Espíritu, con miras a la edificación de la Iglesia.

La Iglesia quiere hacernos caer en la cuenta de esta realidad de fe que sucedió en nosotros el día de nuestra confirmación. Todos los dones del Espíritu se hicieron presentes en nosotros al recibir el sello del Espíritu. Podíamos establecer un parecido de nuestras vidas con la de Jesús.

Desde la Anunciación del ángel a María empezó el Espíritu su obra en Jesús. El llamado de nuestros padres a la existencia fue la invitación que el Espíritu nos hacía a vivir en el pueblo de las promesas. En el Bautismo de Jesús se oye  la voz del Padre que le confiere la investidura mesiánica: "Este es mi Hijo, el predilecto". 

Al llamarnos a formar parte de este pueblo de Dios fuimos constituidos profetas, sacerdotes, reyes. En la vida de Jesús se multiplican los signos de esta efusión del Espíritu. Desde el bautismo y confirmación se nos comunica a nosotros en las formas y dones más variados, obrando todo en todos.

En la muerte de Cristo fue el Espíritu quien emprendió la obra de su Resurrección. Y El es quien completará en nosotros la alianza cuando seamos invitados al encuentro definitivo en la casa del Padre.

La fuerza de este personaje divino lanza al cristiano a hacer efectivo en medio de los hombres ese signo con el que ha sido marcado. Al impulso de este viento celestial deberá convertirse en fuerza de choque en este mundo que ha visto y sentido en su carne. La seguridad y valentía de los doce al proclamar la Buena Nueva, son su escudo y garantía a la hora de comunicar este mensaje en la comunidad.

La fe del cristiano es la misma de Cristo: "el Espíritu Santo está sobre mí (Lc 4, 17-21). La fórmula del Ritual es la firma del Espíritu que nos compromete con su pueblo en este Pentecostés de la Confirmación:

"Pidamos a Dios todopoderoso
derrame el Espíritu Santos
sobre estos hijos de adopción
que renacieron ya a la vida eterna en el bautismo,
para que los fortalezca con la abundancia
de sus dones,
los consagre con su unción espiritual
y haga de ellos imagen perfecta de Jesucristo".

 3.- LOS APOSTOLES FUNDAN LA PRIMERA COMUNIDAD: NOSOTROS LA CONTINUAMOS

El nacimiento de la primera comunidad cristiana nos transporta a ese clima de gozo pascual en el que vive la Iglesia, horas después de la desaparición de Cristo de la mirada de los discípulos en el monte de la Ascensión. Los hechos nos lo describen así:

"Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte de los olivos, que está a un cuarto  de hora de la ciudad. Y cuando llegaron subieron a la habitación superior donde vivían; Pedro, Juan, Santiago y Andrés: Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hermano de Santiago.

Todos ellos perseveraban en la oración y con un mismo Espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús y de sus hermanos" (Hch 1, 12-14)

El relato de este acontecimiento pascual es uno de los documentos más preciosos de la naciente Iglesia, replegada tímidamente en el primer templo de la naciente comunidad. Punto de partida para todos nuestros proyectos comunitarios y espejo de referencia, inmediatamente se lanzaron los apóstolos a la acción. Cuantos se convertían quedaban comprometidos en la tarea de la evangelización y participan con los demás discípulos en la oración."

"Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones.

Toda la gente estaba asombrada, ya que se multiplicaban los prodigios y milagros hechos por los apóstoles.

Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían. Vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba.

Acudían diariamente al templo con mucho entusiasmo y con un mismo espíritu y "compartían el pan" en sus casas, comiendo con alegría y sencillez.

Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo; y el Señor cada día integraba a la comunidad a los que habían de salvarse" (Hch 2, 43-47)

El espíritu que animaba a los primeros cristianos era sencillamente sorprendente. Ni el mismo Jesús se había pronunciado tan abiertamente en su predicación en cuanto al modo de vivir en comunidad. El arquitecto de esta nueva forma de vivir el amor en continuidad fue el Espíritu de Pentecostés. Al calor de su fuego se disipan todas las ambiciones materiales y los proyectos de lucro que se habían forjado en las tardes del Evangelio, cuando se disputaban los primeros puestos delante del mismo Jesús. 

La madurez sicológica personal y grupal que reflejan es uno de los logros más significativos del grupo apostólico, hasta ese día pendenciero y ambicioso.

Las nuevas comunidades conformadas por nosotros son la prolongación de esta naciente familiar de Dios. Es cierto que las condiciones de vida de los apóstoles y las nuestras son abiertamente diferentes. Lo que tenemos de común es el objetivo que nos impulsa a hacer visible en esta Iglesia de hoy el que todavía es posible vivir en comunidad. Y en esta dirección debemos enfilar los esfuerzos al diseñar los nuevos modelos de comunidades cristianas.

4,- LOS SIETE DONES DEL ESPIRITU SANTO

En la piedad cristiana, al aludir a los dones del Espíritu, se enumeran siete. Posiblemente es por influjo del profeta Isaías que los refiere al Príncipe de la paz. "Sobre El reposará el Espíritu de Yahvé, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de prudencia y valentía, espíritu para conocer a Yahvé y para respetarlo y para gobernar conforme a sus preceptos" (Is 11, 1-3)

En la primitiva Iglesia al hacer referencia a ellos se los denomina dones. Y se enumeran así; hablar lenguas, profetizar, curar. Hoy se prefiere hablar de los frutos del Espíritu, influenciados por el lenguaje paulino. Su misión es la de "iluminar, instruir, aprovechar y servir". San Pablo los enumera así; "Mas el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, comprensión, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza" (Gál 5, 22 s).

Actualizando este lenguaje, el Catecismo para adultos los enumera, "fidelidad callada, bondad abnegada, cumplimiento del deber, confianza en Dios, fortaleza en las tentaciones, afectuosa solicitud con quien vive en apuros, auténtico amor de Dios, paciencia en el dolor, alegría de la buena conciencia. Tal es hoy la acción del Espíritu".

ACTIVIDADES

Preguntas que me cuestionan

Objetivo:

A través de estas preguntas llegar a profundizar en lo que significa para el cristiano estar confirmado.

Dinámica:

Representar en forma sociodrama o sencillamente de forma narrativa el caso de una persona que abandonó sus compromisos cristianos.

Inmediatamente exposición del testimonio de alguien que fue valiente y consecuente con la palabra dada.

El coordinador orienta las reflexiones que vayan aflorando en el grupo y establece una comparación entre los dos personajes analizados.

Compare las dos vidas y las diferencias más significativas.

Personalización:

Aplicación a la vida personal. ¿En cuál de los dos me veo retratado?

Proyección hacia la comunidad: ¿Cuál de los dos personajes predomina?

Motivación:

¿Cuáles son los móviles por los que se confirma la gente?

¿Cuáles son los que deberían llevar?

Canto:

Danos un corazón, grande para amar.

800px-Pentecost_mosaic

Mosaico que representa Pentecostés

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pentecost_mosaic.jpg

Te puede interesar
Lo más visto