LA COLUMNA DE PEDRO:  La Ley de Pareto

Vilfredo Pareto, un economista y sociólogo, es conocido por lo que se denomina la Ley de Distribución del Ingreso, más bien conocida por la Ley de Pareto o la Regla 80/20.

Originalmente Pareto intento demostrar estadísticamente, que los ingresos económicos (los salarios) y la riqueza (el bienestar) de las personas, no es algo aleatorio, sino que sigue un patrón matemático (logarítmico) determinado. 

En forma simplificada Pareto decía que; 

80% de la riqueza es usufructuado solamente por el 20% de la población.

Lo interesante de la LEY DE PARETO, es que aplica a otras cuestiones. 

Por ejemplo, en ingeniería de mantenimiento, podemos inferir que si en una planta industrial tenemos 100 motores eléctricos, 20 de ellos, serán los responsables de 80% del total de fallas de en la planta. ¿Cuál es la utilidad de esto? Simple, en lugar de gastar en mantenimiento preventivo de los 100 motores, nos enfocamos en los 20 motores más problemáticos, ahorrando dinero en mantenimiento inútil a motores que no lo necesitan. Por otro lado, reduciendo el número de fallas, cantidad y duración de las paradas de planta, dejar de producir, y perder dinero por ello.

Para que esto sea posible, es necesario documentar, registrar las fallas, sus consecuencias, y sus causas. Paso un tiempo que pueden ser semanas o meses, listadas las fallas, será fácilmente identificar el 20% culpable de los problemas, y lo que se dice “atacar” con un buen mantenimiento, o una renovación de esos equipos, para lograr resultados realmente sorprendentes.

El análisis 80/20 de Pareto, es aplicable a cuestiones tan variadas, como a las ventas de una zapatería; el 80 % de la facturación de ventas, es producido por el 20% de los productos en vidriera o en catálogo.

Registrando, documentando, la actividad en a que se dediquen, lograran identificar los elementos o actividades “vitales” (el 20% según Pareto), que producen el grueso de los resultados (el 80% de Pareto), sean resultados favorables (positivos) o desfavorables (negativos).

En otras palabras, en toda actividad humana o tecnológica, el 20% de los esfuerzos producen el 80% de los resultados. O sea que hay un 80% (complemento del 20%) que son esfuerzos desperdiciados, que una vez identificados, pueden reducirse o mejorarse, y así concentrarnos en el 20 % efectivo según el análisis de Pareto.