

Leandro Gómez, Héroe Nacional
Alguna vez el País deberá adoptar el estudio de la vida del prócer Leandro Gómez, como factor ineludible de la Historia Nacional. El legado del patriota no debiera ser únicamente motivo de ocasional recordación. Su existencia fue símbolo de suprema adhesión a la libertad de la Patria. A la dignidad de la misma. Una mezcla acabada de caudillo partidario y héroe nacional. Admirador entusiasta de Manuel Oribe, en 1824 siendo muy joven aun emigro a Buenos Aires tras sus pasos. Tuvo con el una relación político partidaria de superiores ribetes. Acrecentada por haber sido aquel padrino de boda del héroe. Artiguista total y absoluto, avalada su admiración por el primero de los orientales por sus amplios estudios. De documentación, de archivos, de testimonios incluso de antiguos soldados. De investigaciones minuciosas y fundamentadas, que le llevaron a sostener con la hidalguía y pundonor exhibidas durante toda su preclara vida, su enorme aprecio y reconocimiento al Jefe de los Orientales. Adquirente de la espada que la Provincia de Córdoba ofrendo a Artigas. En su nota de julio de 1853 al Senado de la Republica. Proponiendo dejarla en custodia del mismo expresaba: “ uno de los primeros guerreros de la Independencia Sudamericana, y el terror de los enemigos de la Independencia y de la Soberanía por lo que todos los hijos de esta tierra deben sentir la más profunda gratitud y veneración.” Digamos que recién en el año 1856 le fue posible concretar la patriótica y generosa donación de marras. Dando una vez mas testimonio fehaciente de su verdadero culto artiguista. Ocupo diversos cargos en el Ejercito Nacional hasta llegar a julio de 1863, cuando fue puesto al frente de la División Salto. Posteriormente ya a fines de ese mismo año designado Comandante Militar de Paysandú. Cuyo primer sitio había comenzado en los albores del año 1864. Venancio Flores, Goyo Suarez, Pancho Belén y las fuerzas coaligadas de los vecinos países, Brasil y Argentina, contra la sitiada ciudad litoraleña. Mil combatientes frente a mas de doce mil soldados invasores, excelentemente pertrechados y apoyados desde el rio por la escuadra del Almirante Tamandaré. Doce mil transgresores para su vergonzosa misión, enfrentados a un puñado de orientales. Asediados desde todos los frentes. Sin agua ni alimentos, pero absolutamente convencidos de su destino, e imbuidos de un patriotismo rayano en el mas enorme desprecio por su propia vida incluso. Guiados por el “hasta sucumbir “ del barbado líder en histórica respuesta, que lo muestra en toda su enorme dimensión, a la exigencia de rendición del traidor Flores. A los asesinos que cegaron conscientemente la vida de hombres y mujeres que escribieron una de las más gloriosas páginas del heroísmo de todo el orbe. Porque Paysandú fue un hito universal. Y fue sobre todo la mas pura de las epopeyas que este glorioso Uruguay lego al mundo. Demostración brutal de amor incondicional al terruño natal, de apego inconmensurable al lugar de nacencia. De su sacrificio supremo, de su excelsa orientalidad. Paysandú no fue un episodio mas de la Historia Nacional. Paysandú fue sin duda un hito. Protagonizado por un hombre superior, por un soldado cuya veneración por Artigas y Oribe, hicieron de su parábola vital la tea siempre encendida para rendirle su mas enorme culto a ambos próceres. Y que a partir de aquel 2 de enero de 1865 paso, junto a hombres y mujeres que acompañaron su patriótica locura, a engrosas la selecta nómina de Héroes Nacionales. Por eso cuando el año comienza y la gente celebra, festeja y brinda, no debiera olvidad que todos esos actos tradicionales, de familiares reencuentros, son posibles entre otras razones, porque en este País. En este Uruguay que tanto amamos hubo enormes orientales, patriotas insobornables, héroes sin macula, cuyos nombres quedaron para la posteridad. Y su recuerdo debiera permanecer siempre en todas las generaciones de compatriotas. Las actuales y las que futuramente vendrán. Los augustos nombres de Leandro Gómez, Lucas Piriz, Basilio Pinilla, Emilio Raña, Tristán Asambuya, Federico Aberasturi, Juan María Braga, por nombrar algunos de aquellos prohombres, que esta tierra orgullosamente pario. Por todo lo dicho rememorar siempre el 2 de enero de 1865 ha sido compromiso de honor personal ineludible. Para gritar a los vientos, para quienes quieran oírlo y para los que no también, nuestro profundo respeto y admiración por héroes hacedores enormes de nuestras mas puras y soberbias tradiciones patrias. Ejemplos difícilmente emulables, a nivel mundial nos atrevemos a decir.
El 2 de enero de 1884 Máximo Santos disponía el traslado de los restos de Leandro Gómez al Cementerio Central. Allí ante la tumba del héroe Eduardo Acevedo Diaz decía ; “ Esta urna no encierra tan solo restos helados, ella simboliza los principios de la verdad y de la Justicia que sobreviven a los hombres y a los tiempos, principios invencibles de que el héroe fue carne y acción que en este día de apoteosis por aquí vagan por su sombra, como genios tutelares de nuestra vida y de nuestro pensamiento. Nadie podrá remontar la corriente de nuestra historia contemporánea sin sentirse profundamente subyugado ante este ejemplo de virtud cívica, porque nunca confió a mas esforzado prócer el honor de la Republica y a brazo mas robusto el mástil de la bandera., “ Por ultimo y creyéndole absolutamente pertinente transcribimos expresiones del historiador y politólogo Gerardo Caetano “ Oribista inclaudicable, defensor intransigente de la memoria artiguista en tiempos de la “ leyenda negra “, blanco de la primera hora, militar a pesar suyo, como bien ha señalado Lincoln Maiztegui, de vocación intelectual pero caudillo por razón de la historia, Leandro Gómez ha quedado asociado en la memoria colectiva con su resistencia sin futuro de la heroica Paysandú, sitiada sin remedio por un enemigo claramente superior “ Salve Leandro Gómez , el Leandrejo de Paysandú HEROE NACIONAL.
Herman Vespa





Miércoles 25 Junio 18:00 Montevideo Sala de conferencias «Luisa Cuesta» FIC: SEMINARIO "Armas y municiones"
El 25 de junio se realizará la jornada «Armas y municiones: Jornada de intercambio sobre el control, la regulación y su impacto en el Uruguay». Será de 18.00 a 20.00 horas en la sala de conferencias «Luisa Cuesta» de Facultad de Ciencias Sociales.




“Nuestra mayor contribución es a la educación pública y a la cultura” Editora Fundación de Cultura Universitaria

