El Padre SEBASTIAN BARRETO, ¿fundador de la Enología Nacional? (Parte 2)

Comenzarnos esta Parte 2 sobre el Padre Barreto, con un articulo del ingeniero Químico Jorge Grunwaldt Ramasso.

"Las ciencias químicas tienen en su familia a una oveja negra, pero no tan descarriada como su fama pretende; ella sólo se limita a llevar su vida de bohemia, ajustándose a los cánones cuando es de rigor, pero guardando, en lo demás, la independencia, la espontaneidad, la reacción imprevisible, la gracias irreductible de la naturaleza: este ser es la Química agrícola. Ella huele a espinas ardientes, a tierras henchidas de calladas promesas, a hojas de viviente esmeralda, a fermentaciones embriagadoras.

Desde tiempo atrás, un dilecto amigo nos había hablado de la Escuela agrícola Jackson, de quienes allí trabajan, estudian, enseñan; de una labor ennoblecida por la materia a la que ella se aplica;

de una vocación, de una atracción hacia los siempre presentes y renovados valores de la gran fábrica de la naturaleza.

Complacidos, aceptamos entonces, cuando una mañana del mes de febrero de 1976, nuestro amigo nos invitó a acompañarlo para que conociéramos el laboratorio químico de aquella Escuela; entre terrenos y quintas, el añoso camino Maldonado nos llevó hasta ella.

El amigo era familiar del lugar y del ambiente, y bien conocía y trataba allí a una figura de estudioso y de docente, al sacerdote salesiano Sebastián M. Barreto, recientemente desaparecido [febrero 1979, y este artículo en el EL DIA es de febrero 1980].

Debido al verano, la tranquilidad había invadido al laboratorio; alguien estaba limpiando y reordenando mesas y material de trabajo. Aquella atmósfera del estío, que tornaba inertes e inexpresivas a las cosas, contribuía a que evocásemos al ambiente de las horas febriles de las prácticas, que reanimaban a probetas y alambiques, filtros y densímetros, el fluir del agua y el gotear de los reactivos, a las coloraciones brillantes surtas en los tubos de ensayo, al vaivén de las balanzas, al tintineo de vidrio y porcelana a las juveniles exclamaciones.

Saludamos a Barreto que estaba leyendo. Ya próximo a cumplir los ochenta años y desde hacía poco tiempo operado de cataratas, seguía demostrando vigor y espíritu. Desde su juventud, había dedicado sus mejores esfuerzos al estudio de los productos de la tierra y a la enseñanza; y pese a lo avanzado de la edad, no había llegado aún para él la hora del retiro.

Hacía ya muchos años que habíamos conocido por primera vez su nombre, a propósito de una obra suya, un manual de análisis químico-agrícola publicado en 1934, fruto de las clases teórico-prácticas que dictaba en el laboratorio de las Escuela desde el año 1920. 

"Lo compuse durante unas vacaciones -nos dijo en el curso de la visita- la edición fue de tres mil ejemplares y se agotó".

Ya generalizado el tema, no habló de la influencia que ejerce el tipo de suelos sobre el cultivo de la vid y de la necesaria presencia del hierro y del cobre para el logro de determinadas clases de uva.

Había verificado este caso, por primera vez en el Uruguay -anotó- al preparar vinos de solera ajerezados; esto no ocurría en el caso de uvas demasiado pobres en aquellos elementos, según recordaba haber comprobado en Mendoza.

En el año 1947 había viajado a Europa y visitado España, Francia, Italia y Portugal algunos centros de gran producción vinícola. Por su competencia en la materia, integró durante años la Comisión enotécnica dependiente del entonces Ministerio de Hacienda, encargada de dictaminar sobre la producción de las bodegas; útil contralor que nos trae a la memoria aquella suerte de Química de dos caras, ambigua y tentadora, que tanto sirve para comprobar lo genuino de un vino, cuanto para usurpar a la naturaleza sus funciones...

Ya de retorno, no pudimos menos que asociar lo que habíamos visto y escuchado, a los albores de los estudios y a las observaciones sobre la tierra y sus productos en el Uruguay; y salvadas las distancias - a las enseñanzas de Juan Manual Pérez Castellanos y Dámaso Antonio Larrañaga. 

- Ing. Q. Jorge GRUNWALDT RAMASSO - (Especial para el EL DIA)

FUENTE:  Suplemento Dominical, EL DIA, Año XLVIII, N° 2417, Montevideo, 10 de febrero de 1980

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RECUERDOS DE ANTAÑO, anécdotas inéditas

La tecnología de hoy nos permite entrar en contacto con ex-alumnos salesianos de la Escuela Agrícola Jackson, el querido Colegío Pio, isabelinos, etc, así recabar anécdotas sobre el Padre Barreto.

1.- "Recuerdo al Padre Barreto y en ocasión de un evento importante se hizo un gran almuerzo en el comedor de los pupilos, él para entonces, estaba de visita y sufrió una hemorragia estomacal causada por una úlcera, informaron  en ese momento.

Según me contaron eran muy compañeros con el Padre Berrutti, (que nos daba historia en quinto  y sexto, creo y el Padre Horne, idioma español en el Colegío Pío) ...en la esquina de Lezica y Guanahany había un bar de nombre L"as Glorietas", pasaban por allí ; Porto y Barreto, dicen las malas lenguas que les gritaron "cuervos" y parece que Los Padres Barreto y Porto, entraron al boliche y repartieron algunas abundantes trompadas.."

Testimonio de Tito exalumno del Colegio Pio en Villa Colon Montevideo.

2.- "Tuve al Padre Barreto como tutor de lo que se llamaban "ejercicios espirituales" en la primera mitad de la década del '60 en la escuela primaria a la que yo asistía (el Colegio Domingo Savio, de la Curva de Maroñas, Montevideo)"

"Recuerdo cuando nos contó (allá por 1964) que estuvo presente (y bien al lado) en ocasión del llamado milagro anual de la licuefacción de la sangre de San Genaro, en Nápoles (yo soy católico, pero lo considero un fenómeno natural relacionado con la física de los coloides). Recuerdo al Padre Barreto contarnos como, a efectos de que le permitieran situarse bien cerca de la ampolla conteniendo la supuesta sangre del milenario santo, se hizo pasar por un "Arcipreste" (*) (una mentirita "piadosa" se mandó el cura...ja, ja! )." 

"Había desarrollado un método propio para curar aceitunas en salmuera...Daba gusto escucharlo hablar. Tenía una conversación atrapante (y miles de anécdotas)!"

Testimonio de Hector de Montevideo.

(*) Arciprestazgo o decanato es un término eclesial que define un conjunto de parroquias, vecinas entre sí, en que se divide una diócesis, para organizar su acción pastoral con criterios comunes y facilitar el crecimiento de sus comunidades

3.- "Me acuerdo de él, un viejito gordo de lentes, que "visitaba a todo el mundo" por eso visitaba también a mis abuelos que eran católicos y que vivían donde yo vivo ahora, y allí me regaló una medallita! Estaba por hacer la primera comunión."

Testimonio de Alberto un isabelino (Paso de los Toros).

4.- "El padre Barreño hablaba  algunas veces en la audición del Dr.Corso contó una vez que estando en Francia visito un viñedo con algunas parras pintadas de azul otras de azul y blanco y unas pocas de azul,blanco  y rojo. Por lo cual pregunto a que se debía. El dueño explicó que era un seguimiento de la producción. Se seguía la producción por tres años consecutivos.
Solo de las plantas que por tres años seguidos dieron una buena cosecha se sacaban sarmientos para reproducir." Testimonio de Luis, oyente del Padre Barreto en radio Rural.

5.- "Antes de hablar de otros sistemas de precaución contra la sequía rindamos homenaje en estas líneas al distinguido metereólogico R. P. Barreto de la escuela Agrícola del Manga que hace un año en un artículo de la revista Campo y Arados, previó la actual sequía con tanta anticipación, como presición lo que  prueba a la vez que la competencia del distinguido presbítero, las positivas posibilidades de la ciencia actual en favor del campo."

Testimonio de nuestro abuelo el ingeniero Luis Thomasset Victora.

LUIS F THOMASSET (WP).pdf