LA CONFIRMACION: CATEQUESIS N°1, "Dios renueva La Alianza con su pueblo"
OBJETIVOS
Esta primera catequesis quiere colocar al confirmando frente a los orígenes mismos de la historia de la salvación, de la que tú, yo, y todos, formamos parte.
Los pasos que dio el pueblo de Israel a la búsqueda de su liberación, son los mismos que deberá recorrer todo hombre en su encuentro con Dios. Este mismo camino deberás recorrer tú para encontrarte con Dios.
Entonces, a caminar.
DINAMICA DE PRESENTACION
En el lugar y a la hora convenida, el catequista y el grupo de confirmandos inician el curso con una sencilla dinámica de presentación.
Uno a uno dicen sus nombres y comentan a sus compañeros las ilusiones y esperanzas que traen a las clases de catequesis. Toman los nombres y números de teléfonos celulares de los nuevos amigos y se da paso al estudio del primer tema.
La primera catequesis está centrada en el apasionante relato de la historia del hombre, allá a los comienzos de la humanidad. Adentrémonos en el tema.
La primera catequesis está centrada en el apasionante relato de la historia del hombre, allá a los comienzos de la humanidad. Adentrémonos en el tema.
1.- HISTORIA DE LAS INTERVENCIONES DE DIOS CON EL HOMBRE
La historia de la salvación es la historia de las intervenciones - ayer y hoy - que hace Dios para salvar a los hombres. Se resumen en tres puntos;
- Dios habitará con los hombres.
- Dios habitó entre los hombres.
- Los hombres habitarán en Dios.
Desde el mirador donde Dios se asienta, los hechos pasados de la historia tienen una proyección para hoy y para el futuro de la humanidad. El hecho de la creación del hombre tiene una única explicación, es una respuesta del amor de Dios.
El historial horrendo del pecado y sus consecuencias no fueron capaces de paralizar este amor de Dios a los hombres que culminará en el monte calvario. A partir del pecado de nuestros primeros padres en el paraíso, la historia religiosa de la humanidad la podemos concebir como un doble movimiento: de conversión hacía Dios y de aversión, el alejamiento. A partir de Cristo prevalece el movimiento de conversión; al final de esta etapa se realizará la conversión de todos.
El antiguo Testamento lo entendemos gracias a la luz que Cristo nos trajo en el Nuevo. El Antiguo es preparación. El Nuevo Testamento es realización. Todo habla de Cristo y de su persona, prefigurada o veladamente.
"Di a la casa de Israel:
si guardan mi alianza
yo seré su Dios
y ustedes mi pueblo"
(Ex 19,5)
Las etapas principales de la historia de la salvación las enumera así la Biblia: los orígenes, el diluvio, Abraham, el éxodo, la monarquía, la cautividad, la encarnación, bautismo de Jesús, purificación, Tabor, calvario, resurrección, ascensión, pentecostés y parusía.
2.- YO SERE SU DIOS Y USTEDES MI PUEBLO
La historia de las intervenciones de Dios con el hombre y la alianza que Dios realizó con la humanidad guardan esta lógica:
a) Dios creó todo el universo por amor y quiere compartir estos bienes con el hombre. Lo crea a su imagen y semejanza. El mundo será la casa donde Dios se hará hombre y habitará. El mismo será el diseñador y el artífice de esta tierra de los hombres. A los habitantes de la tierra los crea a su imagen y semejanza. En este mismo escenario firmó el hombre el destino de toda la humanidad, actuando como representante de todos aquí.
b) Dios hizo al hombre libre. El hombre abusó de esta libertad rechazando la propuesta que Dios le formulaba. Eligió vivir su propia vida, organizándose a su estilo. Esta conducta trajo consecuencias funestas. Fue libre de decir su "no" a Dios. Esta negación del plan de Dios trajo la discordia y el desamor entre los hermanos, los desequilibró como personas y trastornó definitivamente el plan que Dios había trazado al mundo. Prefirió él ganar el pan con el sudor de su frente a la quietud del paraíso.
c) El hombre, entregado al disfrute de las cosas creadas, había olvidado la promesa formalmente hecha por Dios de enviarle un libertador. En este amodorramiento y letargo llegó hasta postrarse a la sombra de las divinidades que él mismo construía con sus manos. Una vez más Dios salta por encima de la lógica humana. Aunque el hombre se olvidó de Dios. El seguía de cerca sus pisadas.
d) De entre todos los pueblos elige a Israel para hacerlo el depositario de sus promesas y realizar una nueva alianza. Dios escoge a Abraham, padre de todos los creyentes y le confía esta misión: "deja tu tierra y tu parentela". El da su "sí" a Dios. Aquel día firmó Dios una alianza con Abraham. A su muerte prepara a Dios a Moisés, salvado de las aguas del Nilo para liberar a su pueblo. Dios proponía claramente a Israel el camino de la justicia. Israel no lo siguió. Los pecados se sucedieron.
e) El libro del Éxodo narra la gran hazaña de Dios: la salida de su pueblo de la esclavitud hacia la tierra prometida. Dios libera a su pueblo "con gran poder, mano fuerte y brazo extendido", abriendo un camino en el mar.
Dios se hace responsable de la salida dirigida por Moisés. En lo sucesivo Israel será el pueblo de Dios, un pueblo totalmente distinto, con la gran misión de anunciar a todos los pueblos de la tierra el nombre del Dios que los liberó y llevó a la tierra prometida.
i) A pesar del juramento "haré todo lo que el Señor diga", se olvidan de Dios. En la peregrinación por el desierto el pueblo debe superar toda una serie de obstáculos y dificultades. El pueblo es reunido y llevado al exilio. En esta postración surge la "comunidad", el "resto", fiel a la alianza. La "nueva alianza" que pactará Dios con los hombres, será definitiva. Este será el día en que Dios se manifestará a los creyentes. Los hombre que encarnan esta esperanza son los profetas que preparan el advenimiento del Redentor. Todas estas esperanzas se hicieron realidad en María.
g) El nacimiento de Cristo en el "sí" de todas las promesas y el cumplimiento del plan de Dios. Dios no se olvidó de la promesa hecha en el paraíso. En su encarnación Dios se encuentra de nuevo con la humanidad. En el anuncio de la Buena Nueva, nos descubre el Reino de Dios. Antes de de morir, celebra por última vez la pascua judía. Con el pan y la copa en sus manos, estrena el sacrificio que nos reconciliaría con Dios. "Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre (Lc 22, 20), que va a ser derramada por la multitud para el perdón de los pecados" (Mt 26, 28). Alianza que llegará a su plenitud cuando Dios ponga el punto final de la historia. En adelante no habrá ya más alianzas. Cristo de una vez para siempre nos reconcilió con Dios.
3.- LA IGLESIA, COMUNIDAD DE CREYENTES, ES EL PUEBLO DE LA NUEVA ALIANZA
El nuevo pueblo de Dios ha recuperado por el sacrificio de Cristo, el amor con Dios, su dimensión social y el equilibrio con el mundo que lo rodea. La comunidad de creyentes es hoy la Iglesia. Ese pueblo al que Dios se refería en su diálogo con Abraham: "haré de ti un pueblo grande y en ti serán bendecidos todos los pueblos de la tierra" (Gn 12, 2-4). Cuantos hemos sido bautizados en Cristo hemos sido convocados por El a formar este pueblo de la nueva ley.
Hoy somos conscientes de que la Iglesia es algo más que una simple institución u organización humana. Es esto y muchísimo más. Es Sacramento, es palabra, es servicio, es liberación. Es Cristo y es el Espíritu actuando aquí y ahora. Hemos caído en cuenta de que la Iglesia somo todos y cada uno de los bautizados. Cuantos conformamos la gran familia de los hijos de Dios. La unión de la multitud de creyentes.
El distintivo de esta iglesia nueva lo podríamos reducir a los siguientes elementos constitutivos que la definen;
- Es una comunidad de fe alimentadas por la palabra de los apóstoles.
- Es comunidad de servicio, de vida fraterna y ayuda mutua.
- Es comunidad de plegarias y de culto, centrada principalmente en el acto de la fracción del pan.
Sabemos que este reino no está acabado. Se está haciendo. Su culminación será en el día de la Parusía del Señor, al final de los tiempos. A nosotros toca hacer visible, a través de nuestras actitudes de vida, este reino de Dios.
ACTIVIDADES
Trabajo de concientización con imágenes y láminas.
Objetivo;
Crear con recortes de periódicos, láminas y dibujos una visión de la realidad que vive el hombre marginado y oprimido en nuestra actual historia de salvación.
Oficio del Coordinador o Facilitador;
Preparar en el lugar de la reunión, abundante material para la reflexión.
Colocar los letreros, fotos, recortes de revistas en el suelo, en circulo bastante grande, de modo que todos los puedan observar.
Se les pide unos minutos de silencio, con fondo musical apropiado, para que cada uno se empape del mensaje de las imágenes y láminas.
Los Participantes;
Eligen la foto más significativa, la que más les impactó.
Se distribuyen por pequeños grupos, espontáneamente.
Cada uno explica a los de su grupo el porqué de su elección.
Una nueva intervención de cada uno concretando el mensaje para su vida.
Decir en qué forma relacionó esta escena con las vividas por el pueblo de Israel en los días de su opresión.
Plenario;
El grupo, con su dirigente, busca hacer caer al grupo en esta realidad que viven nuestros hermanos y les invita a formular algún compromiso individual y a ser posible como grupo.
No importa que sean acciones pequeñas.
Confrontación con la Palabra de Dios;
Leer Lc 4, 16-18
Canto final;
"Moisés liberador: El pueblo gime de dolor."
(obviamente el canto final será a discreción y las posibilidades del facilitador y su grupo)
Antonio C. Hualde, "La Confirmación", Sacramentos del Espíritu, 15 Catequesis Juveniles. Colombia, 1984
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COMENTARIOS (Pedro del Hum)
Agradecemos el habernos cruzado con este manual de catequesis de confirmación. compartirlo con ustedes los lectores de ECOS DEL HUM interesados en los asuntos del espíritu. En una lectura no dogmática, personalmente nos retrotrae al Colegio Pío, 1979-82, el colegio de los Padres y Hermanos Salesianos. El vivido recuerdo de las vigilias nocturnas, de los retiro espirituales, ejecutando los mismos ejercicios mencionados por Hualde. Ejercicios de contemplación y reflexión, sobre series de láminas, imágenes de toda clase, guiados por el Padre Tejero y el Padre Pose. También recordamos el ejercicio de palabras del "ahorcadito", ya hoy día olvidado por todos.
Tejero siempre bromista, chistoso, y Pose mas serio y recatado, dejaban en claro que ser un cristiano no era saber de memoria los pasajes bibliblicos, sino reflexionar, trabajar sobre vivencias reales de vida o ejercicios como los mencionados, en un largo camino de prácticas, que pocos llevaríamos a cabo hasta llegar al ritual de confirmación, y menos aún serian quienes aplicasen todo esto a lo largo de su vida. Las semillas que sembraron Tejero y Pose, valores y virtudes que seguramente han germinado y se desarrollaron en otros hermanos cristianos, y no lo sepan en su yo consciente. Pero su yo inconsciente conserva muy vivos esos aprendizajes espirituales y morales de hace 4 o mas décadas atrás, y lo ponen en práctica en su diario vivir.