"UNA HISTORIA DULCE Y AMARGA" - El Agua Tónica Paso de los Toros de Don Rómulo Mangini

Todo comenzó una tranquila tarde de pueblo con un desafío. Después, Rómulo Mangini intentó conseguir la fórmula durante uno o quizá dos años. Al fin lo logró y su invento fue un éxito. Desde entonces, millones de personas han gastado millones en comprar millones de litros del agua tónica de Mangini. Un agua dulce y amarga, como su historia.

Historia 10 de agosto de 2024 Pablo Thomasset Pablo Thomasset
Rómulo Mangini en L AVENIR

Reproducimos un viejo articulo de la celebre Revista Tres del año 1996, que nos ilustra sobre la impresionante historia del Agua Tonica Paso de los Toros, y su creador el luchador grecoromano del Club L' Avenir; Don Romulo Mangini.

"Hubo un tiempo en que la fábrica fue el orgullo y el motor del pueblo: allí trabajaron casi cien personas.

Hoy la fábrica no existe [en su mismo local funciona el Hotel FK Paso de los Toros],  , el agua tónica es propiedad de Pepsi Cola (PepsiCo Inc., Nueva York) y en Paso de los Toros lo único que queda es un cartel despintado al borde de la carretera que tiene el logotipo del agua tónica y dice: “Aquí nació Paso de los Toros".

Cartel_Paso_de_los_Toros

En 1924 Mangini, un montevideano que había llegado a Paso de los Toros para trabajar en el comercio de la familia de su esposa instaló una pequeña fábrica de soda, Un año después la amplió y comenzó a fabricar el jabón Tero
Teru, y en 1926 incorporó a su producción refrescos con gustos de frutas.

Aunque aún hoyen Paso de los Toros se recuerda el dulce sabor de la Manzanet, solo uno de aquellos productos sobrevivió y se hizo verdaderamente famoso.

Quien desafió -y ayudó- a Mangini a conseguirlo fue un inglés llegado al pueblo de la mano del ferrocarril. Se llamaba Jorge Jones y era “un amante de la buena vida v exquisito bebedor", relata Pedro Armúa en su Historia de los Toros.

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Por entonces, la tónica más consumida en Uruguay era la Bull Dog, importada de Inglaterra. Una de las tantas tardes en que Mangini y Jones coincidieron en el club 25 de Agosto, el inglés desafió al uruguayo: ¿porqué no
fabricaba un agua tónica tan buena como la inglesa? 

Mangini respondió que no sabía la fórmula y Jones le contesto que el conocía los ingredientes, pero no las proporciones. Allí mismo. Jones le dijo a Rómulo cuáles eran los componentes.

Pocos días después Mangini hizo su primer intento y se lo dio a probar al inglés.

Así pasaron los meses, probando la fórmula uno, probando su sabor el otro. Para Mangini, un hombre de carácter fuerte, excampeón de lucha grecorromana, aquello era un desafío.

Rómulo Mangini Luchador Grecoromano

Un folleto editado por Pepsi en 1992 -escrito por su ex funcionario Carlos Pijuán- relata que Mangini “se sumergió en una febril búsqueda de hierbas silvestres y frutas. Ninguna se salva de ser exprimida, diluida, mezclada. Agita, deja reposar, prepara el fuego con leña, calienta el brebaje, lo enfría, y con él concurre al club una y otra vez durante dos años ”.

Julio Monestier, un familiar de Mangini recientemente fallecido, cuenta en un escrito inédito que esos “largos meses de tanteos y experimentos tuvieron al fin su recompensa"  el día quejones sentenció: “Esta es verdaderamente el agua tónica inglesa’'

De tanto probar y probar fórmulas y licores diversos, Mangini había engordado. Su esposa lo retaba por ello y lo cachaba por ir tan seguido al baño, relató su nieto Marcelo Ceriani, de 33 años. Mangini se lo tomaba con humor.

Años después le contó a uno de los camioneros que transportaban sus bebidas cómo habían sido aquellos días probando potajes imperfectos. “Un día el Viejo me dijo: ‘Me agarré unas cuantas cagaleras probando’", recuerda
Roberto Paladino, que hoy tiene 62 años [este articulo de Revista Tres es del año 1996].

Apenas Jones dio el visto bueno, Mangini comenzó a fabricar el agua tónica. Las fuentes no coinciden respecto a la fecha de inicio de la producción, botellitas, que cada día eran más requeridas. En 1946 ya se vendían en la capital. “Mi padre le llevaba un camión rito chico por semana a un tal Sanguinetti que empezó a distribuir la tónica en Montevideo”, relató Paladino.

Camiones de Paladino con Agua Tonica Paso de los Toros

Aquello del camioncito chico una vez por semana “habrá durado seis meses" ¡ porque los montevideanos cada vez pedían más y hubo que multiplicar los envíos. Pero el éxito comenzó a generarle un problema a Mangini: su
fábrica no daba abasto y él carecía del capital necesario para ampliarla.

“Un día a Rómulo se le ocurrió ofrecerle a unos baritas grandes de Montevideo hacerse accionistas”, continuó Paladino. Mangini le propuso a Sanguinetü que lo ayudara a conseguir el apoyo de esos comerciantes.

Pero -recordó Paladino- el distribuidor montevideano le respondió) a Mangini: “Con esas agüitas sucias no vas a hacer mucho ”

Consiguió los capitales en 1947. Dos acaudalados hombres de Durazno -Frank Marshall y Adolfo Caorsi se asociaron con Mangini para fundar la Sociedad Anónima Agua Tónica Paso de los Toros. Además, se pusieron en venta acciones en el pueblo, a diez pesos cada una. “De inmediato se instaló en el viejo local una moderna máquina que aumentó en forma extraordinaria la producción”, explica Armúa en su libro.

Botellitas Agua Tónica PdeT


“En 1947 ya usábamos cuatro camiones para llevar el agua tónica a Montevideo y cada uno hacia tres viajes por semana. En verano -recuerda Paladino- no dábamos abasto. Yo llegaba a hacer un viaje por día. Cada vez llevábamos más ”.

Mautone es uno de los pocos ex em pleados de Mangini que sobrevive. Tiene 81 años, diez hijos, más de 60 nietos, ocho bisnietos y un hogar muy modesto ubicado donde la avenida 18 de Julio, la principal de Paso de los Toros, comienza a transformarse en campo.

Cuando habla del agua técnica, los ojos le brillan. “Si usted estaba engripado o se sen tía mal, se tomaba una y un mejoraI y ¡usted volaba!”. 

Mangini solo confió su fórmula a su empleado de mayor confianza: Vignoly.

“Había un altillo donde se perpetraba la esencia, fiero solo subían él y Vignoly. Mi papá sabía hacerla Manzaneta que era tan rica, fiero el agua Tónica nunca supo”, relató Raquel Torres que cuando niña se paseaba entre las máquinas de la fábrica porque su padre era uno de los empleados más antiguos.

Mautone recuerda que “cuando Vignoly terminaba de preparar un jarabe, le hacía una seña y el Viejo subía al altillo y probaba. El Viejo siempre tenía que dar el insto bueno ”.
Sin embargo, había un ingrediente que todos conocían: rayadura de cáscara de naranja.

Contrataban mujeres para rayar naranja. Las rayaban a mano, con rayadores parecidos a los de cocina.
Usaban solo la cáscara y regalaban las naranjas peladas: todo e! pueblo comía naranjas gratis”, explicó Torres.

Agua Tónica Paso de los Toros 1946

Torres no tiene muy buen recuerdo de Mangini. “Tenia mal carácter. Cuando le pedían dinero decía: 'los pobres tienen que comer polenta y porotos’”.

Para Mautone, Rómulo era un jefe duro pero noble: “Como todo el personal, pasé muchos malos ratos ahí, poique trabajé como 20 o 21 años y el Viejo, como todo patrón, tenía sus cosas. Pero cuando lo precise siempre estuvo puesto”.

“¿ Sabe cual era el sistema que tenia para retarnos?”, pregunta sentado en una de los dos únicas sillas de su pieza. “Cuando se atojaba empezaba a bajar la escalera, y a medida que se acercaba iba apagando todas las máquinas. Cada paso que se acercaba, más silencio se haría. Cuando había apagado todo, ahí nos empezaba a retar. Nos gritaba, peto nadie le contestaba. ¡Quien le iba a contestar!"

Si pesaba como 200 kilos y había sido campeón de lucha grecorromana! Gritaba: ‘Si hay algún hijo de una gran
puta que me quiera pelear, ¡le pago para que me pelee! Era bravo, peto de buen corazón ”

Don Rómulo Mangini (sentado a la izquierda, luchador grecorromano del Club Atlético L´Avenir en la portada del libro: "SOCIEDAD DE GIMNASIA L AVENIR 100 AÑOSMONTEVIDEO, URUGUAY"  https://archive.org/details/sociedad-de-gimnasia-l-avenir-100-an-os/mode/1up

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El 17 de julio de 1948 el periódico isabelino La Idea homenajeó a Mangini y “a la consagrada y recomendada Agua Tónica, conocida y apreciada, no solo flor su sabor exquisito sino también por sus condiciones medicinales”.

“En honor a la verdad -so decía- es la única fábrica (fue funciona en esta villa, y que merced al esfuerzo incesante de su gestor y director-técnico, ha llegado a un gado de perfeccionamiento y actividad que ya no solo es conocida en este centro de la República, sí que tamban en el litoral, playas del Este y en la misma metrópoli ”.

José Pedro Alvarez, hoy de 66 años, recuerda que fue empleado por la fabrica en 1949: “Las máquinas no daban abasto, trabajábamos fuerte de día y de noche, en tres tumos de siete horas".

Precisamente tal era el crecimiento de la demanda en la metrópoli, que a principios de los años 50 Mangini y sus socios instalaron una segunda fábrica, en la avenida Millán, en Montevideo.

"Un día llegaron a Paso de los Tonos unos representantes de Pepsi Cola y comenzaron a ofrecer dinero por las acciones de la fábrica ”,  recuerda hoy Armúa. “Mucha gente las tenia olvidadas en los roperos. Fue un revuelo, todo el mundo buscando. Pepsi las pagaba muy bien y todos las vendieron locos de la vida ”.

Pepsi se dedicó, paso a paso, socio a socio, a conseguir la mayoría de la empresa y lo logró el 14 de febrero de 1955. Con la mayoría también consiguió la fórmula secreta.

Aquello fue duro para Mangini. “Demasiado pronto, el capital accionario del presidente quedó en minoría. El viejo luchador sintió hondamente que la empresa de toda su vida ya no era ‘su empresa" escribió Monestier.

Poco después, el 19 de enero de 1957, Mangini murió.

"Murió el viejo y cambio todo", opino Mautone. El ex empleado recordó que todas las bebidas "las hacíamos con agua corriente", pero la soda y la tónica se hacían con agua de un pozo que estaba en la misma fábrica. La tónica nunca fue la misma, porque el secreto era el agua de ese pozo. Ahora es agua dulce nomás”.

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Todos los que vieron la tónica de Mangini, concuerdan en que tenía reflejos azules. “Era azulada. Uno la ponía a contraluz y veía el tornasol que formaba el aceite que llevaba, extraído de la cáscara de la naranja. La de antes le
sacaba el dolor de estómago como si fuera un medicamento. Ahora es todo hecho en base a productos químicos. Nunca va a ser igual”, dijo el ex empleado Álvarez.

Después de la muerte de Mangini, Pepsi cerró la fábrica de Paso de los Toros y la tónica fue fabricada solamente en Montevideo. "Afortunadamente, el destino no quiso que él fuera testigo del desmantelamiento y la desaparición de la planta embotelladora isabelina (...) drama al que la población local asistió con asombrosa pasividad y que constituyó una injusticia histórica para el creador del producto que ha fraseado el nombre de Paso de los Toros por el mundo”, escribió Monestier.

Pepsi insistía ante la familia de Mangini para que vendieran las acciones que aún permanecían en su poder. La viuda de Rómulo falleció en 1958. En 1961 la hija del matrimonio Mangini accedió a vender.

“Hoy yo no lo haría. Creo que mi madre lo hizo mal aconsejada y  por todo lo que se le vino arriba de golpe, con la muerte de sus padres ”, dice hoy Marcelo Ceriani, 33 años, nieto de Mangini y funcionario del Sodre.

El local donde estuvo instalada la fábrica todavía existe, frente a la estación de trenes de Paso de los Toros, en una calle rebautizada Rómulo Mangini aunque los carteles todavía no fueron cambiados y conservan el nombre anterior: Treinta y Tres.

En la fachada aún se lee “establecimiento industrial”. A dentro todavía está el pozo de donde se extraía el agua de la tónica. Está sellado y -dice la leyenda- lleno de vidrio, arrojado cuando se cerró la fábrica. Sobre el techo aún cuelgan, inútiles, algunos de los caños por donde circularon los
brebajes de Mangini. También se conserva la puerta original de la cámara frigorífica.

Más allá de eso, de la fábrica no queda nada. La mitad del local es hoy un galpón semivacío; la otra mitad, una oficina pública.

 [recordamos este artículo es del año 1996, hoy en su mismo local funciona el Hotel FK Paso de los Toros]

Local del Agua Tónica PdeT

En Paso de los Toros no todos se resignan a que aquello se haya ido para siempre. “Se ha movilizado gente para que Pepsi Cola abra una fabrica acá, aunque sea chica, para los que llegan y preguntan por el agua tónica tengan algo para ver, pero no hay interés", lamento Gustavo Reisch, periodista local.

Los intentos son cíclicos. Ramón Anzalá era presidente del centro comercial cuando una delegación fue a hablar con Pepsi en 1982. Se les respondió que la empresa “tenía una dependencia prácticamente total de su casa central en Estadas Unidos que allí ni se pensaba en reabrir la fabrica."

“Después que todo quedó descartado con Pepsi, iniciamos gestiones con gente vinculada a Coca Cola", continuó Anzalá. El grupo se había contactado con Vignoly y éste les había demostrado “con hechos fehacientes” que conocía la fórmula secreta.

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“Entonces le ofrecimos a la gente de Coca-Cola mejorarla Itú hasta darle el sabor de la Paso de los Toros. Pero ahí quebró la tablita y eso echó por tierra todos los intentos”. Hoy Vignoly también está muerto y “ya nadie sabe cómo hacer la tónica”, sentencia Torres.

La historia dio la razón al olfato empresarial de Pepsi. “El agua tónica Paso de los Toros es (...) un fenómeno sorprendente, demostrado por su triunfo absoluto sobre las otras aguas tónicas contra las cuales compitió ”, dice el folleto de Pijuán.

Paso de los Toros fue lanzada en Argentina en1964 y conquistó 95% del mercado, un “guarismo impresionante si consideramos que su único y gran oponente (agua tónica Cunnington) contaba con un firme arraigo desde 1940”. agrega.

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En Uruguay su imposición es mayor aun. Según el departamento de marketing de la Pepsi local. Paso de los Toros acapara prácticamente el 100% del mercado de las tónicas.

En Paso de los Toros existen emociones cruzadas respecto a la historia del agua tónica. “Mangini pudo haberse hecho multimillonario, pero cometió el error de hacer una sociedad anónima”, dice Alvarez.

“La pena es que malvendió aquella fábrica, donde trabajaba tanta grite”, dice Torres. “Es un orgullo. Muchas veces no nos conocen como pueblo, pero nos conocen a través del agua tónica. Gracias a ella saben que existimos. Eso es muy importante. Lamentablemente no dejaron nada acá. En vez de adelantar al pueblo, lo atrasó."

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Durante años, en casa de los descendientes de Mangini no se habló de la tónica, de la fábrica perdida ni de los millones que Pepsi gana con el invento de su padre y abuelo. “No se hablaba mucho del terna para no ahondar el dolor de la vieja ”, explica Roberto Ceriani, nielo de Mangini, de 32 años.

Nada quedó finalmente de la fábrica para la familia. El dinero que se obtuvo por la venta de las últimas acciones sirvió para hacer una casa y se acabó. “A partir de ahí siempre vivimos del salario de mi padre”, relata su hermano Marcelo.

Las pocas veces que “el manto de silencio" se quebraba, la hija de Mangini solo pedía que ojalá se reconociera un día el mérito de su padre, para que alguien en la familia pudiera aprovecharlo”.

botellas Agua Tonica

En cierto modo sus ruegos fueron escuchados. En los últimos años, Pepsi quiso demostrar su deud  de gratitud con dos hechos: en 1992 una nueva planta inaugurada en Colonia fue bautizada “Rómulo Mangini”. Además, se ofreció a la familia que eligiera a uno de los nietos para ingresar a la empresa. Hoy Roberto trabaja en la planta que lleva el nombre de su abuelo.

En la semipenumbra de su pieza, Valentín Mautone quiere encontrar los certificados donde constan la cantidad de años trabajados en la fábrica, pero no recuerda dónde están. Hay dos sifones azules apoyados sobre la vieja heladera. “Son de la fábrica. También tenía una boteIla de tónica, pero se me cayó y se rompió”.

Mautone recuerda cada detalle de la historia. “Así era la orden del viejo patrón: después de sacarle la
cáscara a las naranjas, ocho a diez cajones se llevaban a las escuelas.  También se le daba una bolsa a todo el que pedía. Y el resto se tiraba ".

El barrio donde vive es pobre y su casa es una única pieza muy humilde. El piso de portland está cubierto de ramas que, a falta de leña, alimentan la estufa. Casi no hay muebles y una bicicleta sirve de perchero. Cuando termina de contar su historia.

Mautone sonríe contento pero, cuando se despide, sus ojos se llenan de lágrimas.

Los recuerdos le han dejado un sabor dulce y a la vez amargo. Como el agua tónica.

* * *

Artículo publicado por LEONARDO HABERKORN, en "tres REVISTA DE ACTUALIDAD",  el viernes 23 de Agosto de 1996, AÑO O - N°30 - $29

https://archive.org/download/tres-revista-de-actualidad-el-viernes-23-de-agosto-de-1996/tres%20REVISTA%20DE%20ACTUALIDAD%20%20el%20viernes%2023%20de%20Agosto%20de%201996.pdf

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Fotografia que tomamos en 2019, del mural en el Hotel Boutique FK en Paso de los Toros.

Homenage a Romulo Mangini. Autoria del mural, el isabelino Marcos Augusto Cabrera.

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