
MEDITANDO CON MANDALAS: El río y la luna, curación del alma
"Te he dado palabras de visión y sabiduría... sopésalas en el silencio de tu alma, y luego ejerce tu voluntad con libertad." BHAGAVAD GITA (siglo ll o I A.C.)
Religión y Filosofía20 de mayo de 2023 Pedro del Hum
Un día de reflexión en silencio.
"Te he dado palabras de visión y sabiduría... sopésalas en el silencio de tu alma, y luego ejerce tu voluntad con libertad."
BHAGAVAD GITA (siglo ll o I A.C.)
1.- Recorramos el circulo exterior del mandala, el anillo de la Luna
2.- Volvemos al interior, el centro creativo del mándala, el río fluye rodeando las rocas
3.- La corriente nos lleva, esquivamos los obstáculos en camino a la paz interior
4.- Peces plateados, sabiduría que emerge desde nuestro yo inconsciente
5.- Vamos hacia arriba, a la fuente del agua
6.- El río, manantial, curación del alma
Esperamos disfruten este mándala, los minutos que les plazca, en el atardecer, en el amanecer, cada quien los segundos o minutos que el alma le fluya observando en meditación el mándala.
Y si fluye genial, y si no fluye, quizás mañana, o quizás pasado mañana con otro mándala, o una meditación mas tradicional con los ojos cerrados y entornados hacía arriba, en silencio mental, en oración o en el rezo, cada cual según sus creencias personales, todas respetables y venerables.
FUENTE: "LOS MANDALAS DEL BIENESTAR", Lisa Tenzin-Dolma, 2008
EL MANDALA DE LA SEMANA PASADA;
ORIGEN: el mándala de arena
El mándala tibetano es una herramienta para obtener sabiduría y compasión y, en general, se representa como una composición geométrica muy equilibrada en la que residen las deidades. La deidad principal se encuentra en el centro. El mándala sirve como herramienta para guiar a las personas a lo largo del camino hacia la iluminación.
Los monjes meditan sobre el mándala, imaginándolo como un palacio tridimensional. Las deidades que residen en el palacio encarnan puntos de vista filosóficos y sirven como modelos a seguir. El propósito del mándala es ayudar a transformar las mentes ordinarias en iluminadas.
El mándala de arena
Los mándalas construidos con arena son exclusivos del budismo tibetano y se cree que efectúan la purificación y la curación. Por lo general, un gran maestro elige el mándala específico que se va a crear. Luego, los monjes comienzan la construcción del mándala de arena consagrando el sitio con cantos sagrados y música.
Luego, hacen un dibujo detallado de memoria. Durante varios días, completan el diseño con millones de granos de arena de colores. Al finalizar, se consagra el mándala. Luego, los monjes representan la naturaleza impermanente de la existencia barriendo los granos de colores y dispersándolos en el agua que fluye.
Cómo curan los mándalas
Según las escrituras budistas, los mándalas de arena transmiten energías positivas al medio ambiente y a las personas que los ven. Mientras construyen un mándala, los monjes budistas cantan y meditan para invocar las energías divinas de las deidades que residen dentro del mándala. Luego, los monjes piden las bendiciones curativas de las deidades. El poder curativo de un mándala se extiende a todo el mundo incluso antes de que sea barrido y dispersado en el agua que fluye, una expresión más de compartir las bendiciones del mándala con todos.
Los mándalas tibetanos son engañosamente simples. Pueden parecer que están hechos de patrones básicos, pero son extremadamente complejos y pueden tardar semanas en completarse. Los monjes budistas se someten a años de entrenamiento antes de poder hacer un mándala. Entonces, antes de hacer un mándala, un monje dedicará tiempo al estudio filosófico y artístico. Una vez que se ha alcanzado un nivel suficiente de comprensión, se crea el mándala.
En el monasterio personal del Dalai Lama, el monasterio Nyamgal, los monjes pasan unos tres años estudiando antes de hacer el mándala.
Obviamente los mándalas occidentales son dibujos que no provienen de monjes tibetanos, ni son de arena, sino dibujos, pinturas, y hoy en día realizados por computadora.

FUENTE: http://thirdmonk.net/high-culture/tibetan-sand-mandalas-sacred-art.html


El papa Francisco fue enterrado en la basílica de Santa María, la Mayor de Roma, tras multitudinario adiós



