LA COLUMNA DE PEDRO:  día de la TOLERANCIA

Hoy miércoles 16 de noviembre se celebra el Día Internacional para la TOLERANCIA Es frecuente escuchar comentarios, sobre el rechazo que genera la palabra TOLERANCIA, al interpretarse como “soportar” o “aguantar” a otra persona que piensa distinto o personas con las cuales tenemos diferencias de otra índole, y que deberíamos emplear la palabra RESPETO o EMPATIA, en lugar de la “horrible” expresión de TOLERANCIA, sostienen estos contertulios.

Gente16 de noviembre de 2022 Pedro
tolerancia

Pero vayamos a la raíz de la palabra TOLERANCIA, a ver que encontramos, en particular la RAE (Real Academia Española) nos dice;

Del latín tolerantia.

1. f. Acción y efecto de tolerar.

2. f. Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.

3. f. Reconocimiento de inmunidad política para quienes profesan religiones distintas de la admitida oficialmente.

4. f. Diferencia consentida entre la ley o peso teórico y el que tienen las monedas.

5. f. Margen o diferencia que se consiente en la calidad o cantidad de las cosas o de las obras contratadas.

6. f. Máxima diferencia que se tolera o admite entre el valor nominal y el valor real o efectivo en las características físicas y químicas de un material, pieza o producto.

Las acepciones 1, 2 y 3, nos presentan la significancia social de TOLERANCIA, mientras que 5 y 6, nos presenta una definición más de ciencias duras. Una definición técnica o física de la TOLERANCIA.  Es como el “ajuste fino” de distintas mediciones de objetos, resultado de calidad, producción o resultados físicos o químicos.

Como que 1-2-3 se contradicen con las definiciones 5-6.  Lo social en contraposición, en dialéctica con lo científico técnico.

Pero en otro punto de vista; si aplicamos 5 y 6, un “ajuste fino” a nosotros mismos, calibrar nuestro yo interior, literalmente comenzaremos a TOLERARNOS a nosotros mismos, a achicar diferencias entre lo que somos y lo que queremos ser.  

Esto último sin “pretender” ser lo que no somos”.

Un buen comienzo para con uno mismo y para con los demás.

A quienes le resulta desagradable la palabra TOLERANCIA, quizás sin darse cuenta, resultan ser entonces los más INTOLERANTES. Deberían comenzar por analizar, calibrar y ajustar sus propios márgenes y diferencias de pensamiento. Pensamientos en su yo interior, que, por no reconocer la necesidad de trabajarlos, de mejorarlos, por comodidad les es más sencillo empatizar con ellos o respetarlos, sin combatir 

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