¡CUIDADO CON EL RUIDO! Nos vuelve locooooooos
"Las motocicletas son nuestro más grande problema. Hay una motocicleta o motoneta por cada 12 personas en nuestra ciudad...En Córdoba hemos estudiado algunos aspectos psicológicos de las agresiones del ruido. ¿Por qué, por ejemplo, los conductores y especialmente los motociclistas suprimen o modifican los silenciadores de sus vehículos? ¿Será que una deficiencia en su personalidad les hace gozar del exceso de ruido? ¿O el medio ambiente urbano ruidoso les produce una especie de sed de ruido?"
No hay dudas científicas que el ruido excesivo en decibeles y/o permanente produce daños irreparables en nuestros órganos auditivos, y también afecciones desde aspectos psicológicos.
Quienes trabajamos con el sonido, analizamos su naturaleza y manifestación en multiformas. Y siempre pensamos como repercute en el receptor. Pero no prestamos atención en el caso de quienes lo producen en altos niveles de decibeles de forma indiscriminada. ¿Por qué eligen el ruido para manifestarse?
No es mi intención atacar a esas personas. Pero sí hacer preguntas:
¿Por qué alguien sube tan alto el volumen de su equipo reproductor para escuchar música en su casa en horas destinadas a descanso?
¿Por qué un motonetista cambia un caño de escape con silenciador por uno que emite ruido en alto nivel de decibeles, y circula por la ciudad a toda hora, a gran velocidad y alimentando la emisión del ruido con el juego del acelerador?
¿Por qué el propietario de un auto equipa el vehículo con equipos de sonidos adapatados que tienen gran potencia, y pasea por las calles subiendo el volumen escuchando la música de su agrado?
¿Por qué alguien que trabaja con maquinaria ruidosa se resiste tanto a usar protección para sus oídos?
Al leer el recorte del artículo que expresa la problemática en Córdoba, Argentina; se entenderá con claridad el por qué de las preguntas...
Marcelo Souza
Prof. Educación Musical